Qué mi cuerpo sea una
fuente de agua viva,
de amor y de esperanza.
Qué mis manos hablen
de amor y de confianza;
Qué ellas lleven la
ternura y el calor que necesitan
las personas que me rodean.
las personas que me rodean.
Qué mis orejas
escuchen
las personas que lo
necesitan
con amor y confianza.
Qué mi cuerpo y mi
ser
no sean problema para la Iglesia.
Qué mi sonrisa sea
bálsamo
para que las heridas
de la vida se cierren.
de la vida se cierren.
QUÉ NOS DEJEN SER LO
QUE SOMOS: MUJERES
MUJER, SÍ, CON UN SÍ BIEN GRANDE.
Imma Saula
bello!
ResponderEliminarVa para vos Vale, por las compartidas, los cuidados y los comentarios tan necesarios
EliminarEntre el texto y el cuadro (que me recuerda a Klint, ¿es de él?)me dio gozo.
ResponderEliminarLuego releí el texto y, menos los últimos dos versos, cuánto de eso es deseable para tod@s.