Pensaba e el deseo, en que nos enseñan a esperar no a desear. ¿Y qué esperamos? ¿En realidad lo sabemos? Lo que hay que esperar...
¿Qué nos empuja? ¿Será por eso que, en el fondo, siempre estamos quietos?
La verdadera revolución está en desear, en ser, en animarnos a involucrarnos con lo que queremos ¿a nivel colectivo? ¿individual? ¿Quién puede hablar de egoismo cuando habla de deseo? ¿por qué tengo que querer lo mismo que los demás? ¿Pensar en el bien de la humanidad cuando yo estoy toda rota? ¿Eso es lo normal?
¡Feliz día de la Poesía, Mara! Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Jorge! Feliz día poeta
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