Pensaba en la eternidad. Creo que a mi no me toca nisiquiera saborearla.
Eso de la eternidad de un instante, a mi siempre me quedó corto. Necesito más. Tiempo de aclimatarme, de soñar, de hacer realidad. Así no se puede. No. Así no.. Puedo con mi miedo. Puedo soñar eternos minutos de caricias y también con despertares de desidia. Puedo irme, puedo correr. Si corro, es cobardía; si me quedo, es masoquismo?
Hay que trascender, o trascenderse, para querer?
A veces la respuesta no alcanza, porque el silencio agota.
A veces hay que ser valiente y decir.
Basta de pedir peras al olmo.
Si quiero ser, recibir, amar, tengo que desear
Me encantan tus poemas. Tienen esa sencillez genial, tan difícil, tan pura, tan linda, tan profunda y a flor de piel. Saludos.
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