Sentir que las barreras se cayeron.
No entenderlo, o sí, pero de una manera distinta.
Aceptar la desnudez cotidiana en la que vivimos, dejarme escandalizar por la claridad de una piel que trasluce mi intemperie y deja en evidencia que todes somos iguales, que tenemos miedo, que alguna vez en la vida la soledad nos hizo trizas, la muerte nos paralizó, un beso nos sacó de vértice, el mundo se nos vino encima, respirar fue demasiado.
Desaprender la perfección como camino o meta, reencontrarme con mi propio ser, pegotearme con otre por un rato, sentir que forma parte de mi y ver como se va aunque me arranque un pedazo. Llorar, darme cuenta de que estoy intacta y aprehender que nadie me puede romper salvo yo misma, porque quien soy no se rompe y le demás es cotillón reciclable.
Yo soy y nada más, soy...
Subirme a mis pies, encontrarme con mis propios pasos, con mis palabras con mi propia mirada; abrazarme, colmarme de mi, res pon za bi li zar me, saber que las circunstancias no nos tienen que definir, no dejemos que nos de finan, eso es injusticia porque si te define te limita... Ser, animarse a ser. A eso vinimos
(Gracias Gime, quierote)
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