Estalló una copa. Sola, sí, estalló. Lo juro.
Abrí la alacena y saltó. Saltó y soltó miles de vidriecitos como dispersando dolores impensados, acumulados y sin articulación. Directa, sin vuelta no asumidas, muchos pedacitos transparentes en el piso.
Estalló una copa y yo junto los pedazos con necesidad de integrar pero no.
Estalló una copa. Sola, sí, estalló. Lo juro.
En buena hora, estalló