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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Canción de alabanza

Mi madre fue una mujer de la tribu errante.
padeció la esclavitud en Egipto;
entonces se dirigió al Dios de nuestras madres
Sara, Agar, Rebeca, Raquel, Lía.
Alabad@ sea Di*s que escucha, por siempre.

Mi madre fue guerrera, juez y ramera.
Dios la llamaba de vez en cuando
para salvar y liberar a su gente:
Miriam,(Rahab), Yael, Débora, Judit, Tamar.
Alabad@ sea Di*s que salva, por siempre.

Mi madre fue una judía galilea.
tuvo un hijo maravilloso
que fue perseguido, odiado y ejecutado…
María, madre de todas las penas.
Alabad@ sea Di*s que da fuerza, por siempre.


Mi madre fue una testigo de la resurrección de Cristo,
la apóstol de los apóstoles.
rechazada, olvidada, proclamada prostituta.
María Magdalena vanguardia de la iglesia de las mujeres
Alabad@ sea Di*s que vive, por siempre.

Mi madre fue apóstol, profeta, fundadora y maestra,
llamada al discipulado de iguales,
dotada de poder por el Dios Sofía de Jesús.
Marta, Febe, Junia, Priscila, Mirta, Ninfa, Tecla.
Alabad@ sea Di*s que llama por siempre.

Mi madre fue una mujer cristiana llena de fe.
una mística, una mártir, una hereje,
una santa, una mujer compasiva.
Una nativa americana, una esclava negra, una inmigrante pobre,
una mujer sabia.
Digamos con ella, en cada generación:
Alabad@ sea Di*s  que nos representa a todas nosotras.
 Amén.

Elisabeth Schüssler Fiorenza

sábado, 17 de noviembre de 2012

Y seguí cantando

"Tantas veces me mataron
tantas veces me morí"
Como la cigarra M.E. Walsh





El día miércoles 14 de noviembre del año en curso la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el proyecto de Ley original de tipificación del femicidio en el código penal, agravando las penas en los casos de homicidios de mujeres cometidos por sus parejas actuales o pasadas; estableciendo una pena de hasta prisión perpetua.
Cuando hablamos de femicidio estamos hablando del caso más extremo de violencia contra las mujeres. En el primer semestre de este año, según datos de la Asociación Civil La Casa del Encuentro, 119 mujeres fueron víctimas de femicidio en nuestro país.
Leyendo notas y opiniones al respecto, todavía no leí la Ley aprobada, me preguntaba si este paso resulta suficiente… Y concluí que no.
No hay lugar a dudas en cuanto a que es un paso muy importante y necesario, porque por algún lado hay que empezar, con la amenaza de una pena mayor o la imposibilidad de plantear ciertos agravantes quizás se pretende asustar a los agresores, pero si pensamos en hombres que ya han agredido a sus mujeres, muchos han sido excluidos del hogar por las mismas o por la justicia y reiteran la agresión hasta causar la muerte, parece que la amenaza podría no resultar eficiente. Y el castigo, en todo caso, llega tarde; con una víctima de homicidio a la que nadie escuchó, ni defendió.
La ley aprobada es importante para que empecemos a hablar de Femicidios con todas las letras y hablemos menos de “crímenes pasionales.” Sería bueno que estuviera acompañada de políticas de contención de mujeres que sufren violencia, dado que las existentes resultan insuficientes, contención psicológica  y también económica;  políticas de concientización sobre la igualdad de derechos de las mujeres, para que dejemos de ser tratadas como objetos; políticas de educación sobre los mismos aspectos; políticas que lleguen a tiempo para salvar vidas.
Quizás sueno como una eterna inconforme, quizás lo sea. Esta ley es importante pero no nos podemos conformar, hoy más que nunca hay que repudiar la violencia de género y exigir a nuestros representantes la implementación de las políticas necesarias para proteger nuestras vidas; por las 119 víctimas de este año en nuestro país; por las 289 del año pasado; por nosotras, por la que vendrán detrás, por un país mejor para todos y todas, NI UNA MUERTA MÁS. 


"Tantas veces te mataron, 
tantas resucitarás, 
tantas noches pasarás 
desesperando. 
A la hora del naufragio 
y la de la oscuridad 
alguien te rescatará 
para ir cantando".


Conceptos básicos sobre femicidio en http://www.ysihablamosdederecho.blogspot.com.ar/2011/09/una-cara-de-la-violencia-de-genero-el.html


domingo, 11 de noviembre de 2012

Pensando...




En borrador, pensando.
Anoche escuchábamos a un patricio, personalizando a Saavedra, contar a modo de gracia como habían intervenido los patricios en el Cabildo Abierto en tiempos de la "Revolución"  de mayo de 1810. Y contaba que los patricios, conociendo a sus vecinos, dejaban entrar en mayor número a los que estaban a favor de la "liberación" y en menos a los que pretendían seguir vinculados a España. Miradas que iban y venían entre el público y yo pensaba "¿Eso está bueno?"
Más allá de que esa sea la versión de la historia que ha llegado a oídos del soldadito en cuestión, me dejó pensando en el día a día, en lo cotidiano.
Pensaba que a veces estamos tan convencidos de algo que directamente nos negamos a mirar siquiera lo que se le opone; a veces, incluso, le negamos existencia.
Hoy lo hablaba con Elsita. Tan inteligentes que nos creemos, quedamos a un paso de la necedad.
Ella me contaba que, cuando era una jovencita, le habían enseñado que había que leer lo que leía el enemigo para poder tener argumentos para contestarle. Hoy razonabamos juntas que, quizás, está bueno escuchar al que piensa distinto (lo de "enemigos" en tiempos democráticos creo que no va), porque, quizás, escuchando y dialogando logramos alcanzar una parte de la realidad que no habíamos alcanzado, incluso para poder, después, fortalecer nuestra posición y nuestros argumentos, los dos, el otro y yo.
Pensaba en un hermanito que me contaba que, ante sus cuestionamientos, le habían dicho algo así como que ciertas cosas no se cuestionaban porque ya se las había pensado antes de establecerlas y pensaba en algunos a los que les parecería una burrada si hablamos de la iglesia, y se cerrarían totalmente si lo planteamos en política.
Pienso que Dios fue tan sabio al hacernos distintos y nosotros tan chiquitos cuando silenciamos la diferencia.
Yo no necesito explicarle a nadie quien soy, pero si me animo a contarme y tomo lo que el otro me puede dar de si, quizás del intercambio salgo un yo mejor.
Y pienso, pienso y pienso...
Y, hoy, concluyo que, como dice la canción, "la belleza de la trama le viene de lo complejo"

sábado, 29 de septiembre de 2012

El Cuerpo De La Mujer







Qué mi cuerpo sea una fuente de agua viva, 
de amor y de esperanza.
Qué mis manos hablen de amor y de confianza;
Qué ellas lleven la ternura y el calor que necesitan
las personas que me rodean.
Qué mis orejas escuchen
las personas que lo necesitan
con amor y confianza.
Qué mi cuerpo y mi ser
 no sean problema para la Iglesia.
Qué mi sonrisa sea bálsamo
 para que las heridas
 de la vida se cierren.
 QUÉ NOS DEJEN SER LO QUE SOMOS: MUJERES
MUJER, SÍ, CON UN SÍ BIEN  GRANDE.


                                                                                             Imma Saula




domingo, 23 de septiembre de 2012

23 de septiembre Día Internacional contra la explotación sexual y la trata de personas

 Un día como hoy pero en el año 1913 se promulgó la ley 9.143, que se conoce como la Ley Palacios, primera ley en el mundo contra la prostitución infantil, que, además, pretendió poner punto final a la trata de mujeres en prostíbulos locales, a la esclavización de mujeres para el ejercicio forzado de la prostitución. 
A partir del año 1999 esta fecha argentina se evoca como día internacional.
99 años después la Argentina resulta ser país de origen, de tráfico y de destino de personas que cayeron en estas redes.
Teniendo en cuenta la cantidad de personas que, a nivel mundial, son sustraídas con fines de trata y los números que se manejan en cuanto a personas recuperadas, las cifras siguen siendo escalofriantes. Creo que como sociedad vamos visibilizando este delito, en sus distintas variantes pero aún tenemos muy arraigados el "no te metas" que siempre aparece en cuestiones donde no nos vemos involucrados de forma directa.
Gracias a Dios, en la actualidad existen muchas organizaciones que se esfuerzan en hacer visibles estas realidades.
Ayer tuve la posibilidad de ser testigo del esfuerzo de chic@s de una parroquia de San Fernando que, de la mano de María Silvia, miembro de la Red Kawsay de la Vida Consagrada por una Sociedad sin TRATA DE PERSONAS, estuvieron durante todo el mes de septiembre reflexionando sobre el tema y saliendo a la calle para abrir la charla a la sociedad.
Entregaban panfletos en la plaza, animándose a explicar el contenido, hubo radio abierta, en esfuerzo de llegar a algun@s más y en dónde l@s chic@s se animaron a compartir sus pareceres y, sinceramente, emocionaba escucharlos hablar de las estructuras invisibles, como la del patriarcado, que atentan contra la dignidad de la persona, acallan las voces de las víctimas de trata, como a tantas otras víctimas, y son favorecidas por nuestra sociedad, a veces, tan consumista e individualista. Bartola y Bartolo, muñecos gigantes de la gente de la murga del barrio, ayudaron a hacer visible la consigna.
A la noche llegó la película "La mosca y la ceniza" con un fecundo debate; un ratito antes l@s chic@s de Aranzazu compartieron un corto que habían confeccionado trás los encuentros de reflexión.
L@s que pudimos estar, además de la información y la riqueza de escuchar al otr@, nos llevamos por contagio las ganas de est@s jovenes, que por ahí no eran tantos, pero estaban muy comprometid@s. María Silvia cerraba con la esperanza de que ell@s, concientizad@s, vivan distinto y así eduquen a sus hij@s. Agrego mi esperanza: que algún día tod@s lo logremos.
  


viernes, 31 de agosto de 2012

Territorio del encuentro

"La mesa" de Peteco Carabajal
Tomado de www.youtube.com

Las comidas de Jesús ocupan un lugar considerable en la tradición evangélica; resultaron una buena técnica para hacer presente el Reino; incluso hay quien sostiene que Jesús murió por la forma en que comía. Muchas veces Jesús comparte la mesa con personas que no gozaban de buena reputación (Mc 2, 14-17; Lc 19, 1-10; entre otras); lo que generaba mucha critica entre los fariseos y otros grupos de su tiempo.
En todas las sociedades las comidas poseen un enorme valor simbólico, reproducen a escala reducida el sistema social y su organización jerárquica; sirven, al mismo tiempo, para unir a los que las comparten y separar a los que no. En el pueblo de Jesús, en su época, había muchas reglas de pureza que establecían, entre otras cosas, con quien podías comer y con quien no. Por eso las comidas de Jesús armaban tanto revuelo; se puede considerar que en si mismas resultaban como un tipo de crítica social a las formas de la época; saliendo de las jerarquías y proponiendo una mesa de familia, una mesa de iguales; comidas contraculturales que hacían presente al Reino incluyendo a los que siempre estaban afuera.
Y ¿qué pasa hoy? ¿Cómo son nuestras mesas? Porque nos movemos entre varias ¿no?
¿Qué pasa con la mesa de Jesús? ¿Nos interpela? ¿Con quién comería Jesús hoy?
A veces me escucho diciendo "yo a este, a esta, no los quiero en mi mesa." A veces me pregunto, si por cuidar tanto de nuestra mesa, cada vez más chiquita, rígida, sorda y limitada no nos estamos perdiendo la fiesta que Jesús está compartiendo en otra parte...

sábado, 7 de julio de 2012

Hoy, no sé

Ando un poco enojada; siento que vivimos en un mundo para el que lo que es distinto es malo, el sólo pensar que hay otras realidades posibles da miedo, quizás porque pone en jaque nuestra propia mediocridad. Y así juzgamos, y condenamos, a tod@ aquel que se distinga de nuestro concepto de "normalidad"
Que lo digan l@s herman@s más pobres, l@s enferm@s, l@s herman@s trans, l@s homosexuales, l@s más jóvenes, l@s abuel@s, lo digo yo cuando para algun@s, como soy cristiana, no puedo tener una opinión objetiva...
¿Quién nos ha constituido en jueces con potestad suficiente para excluir a los que no viven según nuestras reglas? ¿Nos damos cuenta de que lo hacemos o nuestra mediocridad es automática?
 "L@s excluye el sistema" ¡¡¡Nosotr@s somos parte del sistema!!!
A diario veo semillas que dan esperanza. Los días más áridos temo que nuestra mediocridad las sofoque; los más vivos, confío en que hay alguien que siempre se ocupa a través de tant@s person@s que nunca se cansan de trabajar.Mujeres y Hombres que, en nombre de la vida, y muchas veces con sus vidas, defienden el debate y el respeto a la diversidad por sobre los modelos que, muchas veces, no nos animamos a desafiar.
Soy de esas personas que piensan todo el tiempo, y últimamente pienso mucho en la "libertad". Escuché por ahí que "La libertad no es simplemente un privilegio que se otorga; es un habito que ha de adquirirse". Quizás si cada un@ se animara, más allá de las grandes luchas, a ejercer su propia libertad de ser a diario, y no como una conquista sobre l@s demás sino como un derecho propio... no sé, quizás nos meteríamos menos con la libertad del otro, no pondríamos obstáculos para que cada quien sea quien quiera ser... Ser herman@s en igualdad de condiciones y en la diferencia, compartida y celebrada día a día. No sé.
En estos días repasaba un artículo de la antropóloga Marta Riskin sobre el arte y la libertad de expresión, a través de distintas metáforas invita al dialogo, al debate y al encuentro como alternativa a lo hegemónico que quiere imponerse, cierro con su frase de cierre
"Una de las ventajas de redescubrir que la omnisciencia es un recurso literario y no un atributo de la conciencia humana está en hallar evidencias de “múltiples mundos reales”. Para habitar el mejor posible, compartimos la responsabilidad de construir nuevos espacios de encuentro"



lunes, 25 de junio de 2012

Una Oración

De vez en cuando, dar un paso atrás nos ayuda
a tomar una perspectiva mejor. 

El Reino no sólo está más allá de nuestros esfuerzos, 
sino incluso más allá de nuestra visión. 

Durante nuestra vida, sólo realizamos una minúscula parte
de esa magnífica empresa que es la obra de Dios. 

Nada de lo que hacemos está acabado, 
lo que significa que el Reino está siempre ante nosotros. 

Ninguna declaración dice todo lo que podría decirse. 
Ninguna oración puede expresar plenamente nuestra fe. 

Ninguna confesión trae la perfección, 
ninguna visita pastoral trae la integridad. 

Ningún programa realiza la misión de la Iglesia. 
En ningún esquema de metas y objetivos se incluye todo. 

Esto es lo que intentamos hacer: 
plantamos semillas que un día crecerán; 
regamos semillas ya plantadas, 
sabiendo que son promesa de futuro. 

Sentamos bases que necesitarán un mayor desarrollo. 
Los efectos de la levadura que proporcionamos
van más allá de nuestras posibilidades. 

No podemos hacerlo todo y, al darnos cuenta de ello, sentimos una cierta liberación. 
Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien. 

Puede que sea incompleto, pero es un principio, 
un paso en el camino, 
una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto. 

Es posible que no veamos nunca los resultados finales, 
pero ésa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil. 

Somos albañiles, no jefes de obra, ministros, no el Mesías. 
Somos profetas de un futuro que no es nuestro. Amen. 

S. E. Mons. Óscar Romero

jueves, 7 de junio de 2012

"Posible"


Mandala tejido por Claudia (www.claudiapierotti.blogspot.com)










Hace un par de lunes fui a una charla sobre el misterio de la encarnación y la clave de la existencia cristiana. Para empezar, se nos propuso pensar quién es Jesús para cada una de las asistentes; luego compartirlo en grupos, compartiendo también qué significa la encarnación para cada una de nosotras…

Pregunta interesante, a veces los misterios se quedan en eso… 

Siempre digo que Jesús para mi es el Señor, mi modelo y mi esperanza; una amiga, Claudia, fue por el mismo lado al momento de compartir y se nos trató de voladas, de abstractas; paradójico porque, a mi entender, hablábamos de algo bien concreto. Me explico. Cuando pienso en la encarnación, pienso en lo posible. Que Di*s se haya encarnado, haya dejado de mirar de arriba para vivir de adentro la realidad de su pueblo, como cualquier hombre o mujer de su tiempo; y que haya vivido con la coherencia que vivió, me da entender que yo, que nosotr@s, si le ponemos ganas podemos imitarlo, o al menos intentarlo ¿no?

Así “el misterio de la encarnación” se daría de forma continuada en la historia…


Si mirando a Jesús nos animamos a ponernos la piel del otr@, a asumir al herman@, el Reino sería cada vez más nítido para much@s asfixiad@s por tanta estructura de terror; leia en estos días que el Reino está cerca porque es posible sanar y pensaba en la respuesta de Jesús a Juan “los ciegos ven, y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva.”

Cuando cambian las sensaciones se dejan ver los caminos, caminos que Jesús, Dios y Hombre, transitó y que como cristian@s no nos tendríamos que cansar de buscar, caminos de diálogo, de justicia, de inclusión, de convivencia, de solidaridad, de amor, de entrega, de cruz y, también, de Pascua. 

Caminos concretos de esperanza, de posibilidad, de encarnación


viernes, 4 de mayo de 2012

Un texto teñido de esperanza


Hace algunos años, creo que en el 2009, María Silvia y yo compartíamos un texto del Tercer Isaías, teníamos que hacer un trabajo.
El tercer Isaías tiene cuatro discursos refiriéndose a una ciudad con imágenes femeninas:
-          57, 6-13;
-          60;
-          62;
-          66, 7 –14a.
           El primero tiene una connotación negativa, en tanto que en los otros tres las imágenes femeninas son muy positivas.
Nos tocaba analizar el último, Is 66,7-14a, que presenta a Jerusalén como una mujer fecunda, como una medre, que da a luz a un pueblo y a Dios como una mujer que lleva y consuela a sus hijos. Las imágenes femeninas, maternas dan idea de paz[1]. Cuando una ciudad está en paz, es semejante a un seno protegido y seguro; más aún, es como una madre que amamanta a sus hijos con abundancia y ternura (cf. v. 11). Desde esta perspectiva Jerusalén vuelve a ser una ciudad - madre que acoge, sacia y deleita a sus hijos, es decir, a sus habitantes. Sobre esta escena de vida y ternura desciende la palabra del Señor, que tiene el tono de una bendición (cf. vv. 12-14).
Pensabamos en el contexto histórico del texto. Había terminado ya la cautividad en Babilonia, los israelitas habían retornado a su tierra, habían reconstruido el Templo pero las esperanzas no se habían realizado como Israel imaginaba en los días de cautiverio o como Ageo y Zacarías profetizaban en los primeros años que siguieron al retorno.
Jerusalén no es la ciudad gloriosa y vencedora, sino un conjunto de ruinas. La pobreza y las calamidades dificultan la reconstrucción de la ciudad, la hostilidad de los pueblos vecinos no hace sino acrecentar las ya graves dificultades que se respiran por todas partes. Todo ello es motivo de decepción para un pueblo que en el dolor había imaginado un porvenir glorioso. Pero queda un resto de fervorosos israelitas que no han perdido totalmente la esperanza y que, ante las dificultades presentes, empiezan a entrever que las promesas de Dios sobre el futuro de la ciudad santa han de referirse a una Jerusalén muy distinta de la política y nacionalista que se habían imaginado.
            En este contexto Isaías dice:
“Antes de tener los dolores, ella dio a luz;
antes de llegarle el trance, liberó un varón:
¿Quién ha oído tal cosa? ¿Quién ha visto cosas como éstas?
¿Acaso es parido un país en un sólo día? ¿o es dada a luz una nación
de una vez?
Apenas tuvo dolores, Que también dio a luz Sión a sus hijos.
¿Acaso yo hago romperse (la bolsa),si hacer dar a luz?
- dice Yahvé -
¿Acaso soy yo el que hace dar a luz pero obstruyo?
-          dice tu Dios -.

¡Regocijaos con Jerusalén, y alegraos por ella,
todos los que la amáis!
¡Gozaos con ella con gozo, todos los que lloráis por ella!

De modo que maméis y os saciéis de sus pechos consoladores,

de modo que chupéis y os deleitéis de su ubre ponderable.

Porque así dice Yahvé:
He aquí que extiendo hacia ella como un río, la plenitud,
y como un torrente desbordante la riqueza de las naciones;
y mamaréis;
sobre el costado seréis llevados, sobre las rodillas seréis acariciados.
Como uno a quien su madre lo consuela,
de la misma manera yo os consolaré
¡en Jerusalén seréis consolados!
¡Veréis y se gozará vuestro corazón,
y vuestros huesos como la hierba florecerán!”.


Y nos pareció que la clave de lectura de este texto es la esperanza. Una esperanza prefigurada, una esperanza con mayúsculas que envuelve otra clave: lo femenino y lo maternal. Es un texto que da la idea de anticipar algo asombroso, desbordante. Es un texto todo “teñido” de esperanza
La figura, la imagen de un Dios “obstetra” le da al texto una connotación especial que tiene que ver con la vida, con la fecundidad, tan propia de la mujer[2].
Otra característica: la anatomía humana, la referencia a partes del cuerpo humano: brazos, corazón, huesos, manos;  y la referencia a algo tan propio del cuerpo femenino: los senos. Y de ahí, la idea de fecundidad, de dar vida a través del “alimento que consuela y deleita”.
Y de los senos pasa a la comparación con la ubre, que hasta puede parecer una falta de respeto a lo femenino, pero como el texto, viene en un contexto de ternura que envuelve todas las palabras, no nos parece una falta de respeto, sino que nos da la idea de solidaridad, de amparo, de cobijo. Es la ubre comunitaria. De  lo individual se pasa a lo comunitario: “Vengan todos, hay para todos”. Hay una madre que recibe a todos los hijos, los abraza, los alimenta, los acaricia.
Croatto dice que el libro de Isaías apunta a la “reconstrucción de la esperanza” en los momentos más difíciles del pueblo. Parece como que Yahvé siempre tiene en mente la esperanza para ofrecer a  su pueblo. En este texto casi podríamos hablar de una esperanza “premeditada”, desde siempre, desde antes...
La imagen de la ciudad que alimenta, que cobija, que acaricia, es como un bálsamo de paz para un pueblo que ha sufrido mucho. Es la antítesis de la ciudad violenta que expulsa a sus habitantes. Con las características que le da a la ciudad, es imposible que no haya paz. Y si hay paz, será posible la justicia...

No sé, por un momento me paro en el lugar de pueblo desesperanzado porque las promesas no se cumplen, pero intentando confiar en Dios; un pueblo con seres queridos lejos tratando de buscar un futuro mejor, intentando confiar en Dios; un pueblo que busca respuestas, pero un pueblo que sigue intentando confiar en Dios. No sé porque pero no es tan difícil pararse en el lugar del pueblo al que se dirigía el Tercer Isaías. Se ve que el tiempo pasa pero algunas sensaciones quedan…
Sin embargo la invitación sigue siendo a confiar, confiar en que Dios tiene un proyecto de amor para nosotros desde siempre; que ese proyecto incluye a todos, reúne y acerca a los lejanos, consuela a los que están cerca pero afuera, porque hay paz para todos, esa paz que se desborda con la fuerza de un río.
Quizás el desafío sea entendernos, cada uno de nosotros, cada una de nosotras, proyecto de amor de este Dios que tiene un poco de obstetra y un poco de Madre; quizás si nos animamos seamos concientes de esa paz que se desborda y podamos transmitirla a los demás; quizás si lo logramos el mundo, y las sensaciones sobre él, empiecen a cambiar.



[1] La madre en la historia de la salvación: las características de la madre se descubren, traducidas metafóricamente, ya para expresar una actitud divina, ya en el orden mesiánico, o para expresar la fecundidad de la Iglesia.
Ternura y sabiduría divina: hay en Dios tal plenitud de vida que Israel le da los nombres de padre y de madre. Para expresar la misericordiosa ternura de Dios, rahamin designa las entrañas maternas y evoca la emoción visceral que experimenta la madre para con sus hijos (salmo 25,6; 116,5) Dios nos consuela como una madre (Is 66,13) y si una madre fuera capaz de olvidar al hijo de sus entrañas, Él no olvidará jamás a Israel (Is 49,15). (Cf. León Dufour, Xavier: “Vocabulario de Teología...”).

[2] Asimismo,  Yahvé recurre a otras imágenes vinculadas a la fertilidad. En efecto, habla de ríos y torrentes, es decir, de aguas que simbolizan la vida, la exuberancia de la vegetación, la prosperidad de la tierra y de sus habitantes (cf. v. 12).

miércoles, 25 de abril de 2012

No pido milagros (Antoine de saint Exupery)



No pido milagros y visiones, Señor, pido la fuerza para la vida diaria. Enseñame el arte de los pequeños pasos.

Hazme hábil e inventivo para notar a tiempo, en la multiplicidad y variedad de lo cotidiano, los conocimientos y experiencias que me atañen.

Hazme seguro en la correcta distribucion del tiempo. Obsequiame el  tacto para distinguir lo primario de lo secundario.

Hazme comprender que los sueños poco ayudan al pasado y al futuro.
Ayúdame a hacer lo siguiente lo mejor que me es posible y a reconocer que esta hora es la mas importante.

Guardame de la ingenua creencia de que en la vida todo debe salir  bien. Obsequiame el sensato reconocimiento de que las dificultades, las derrotas, los fracasos, los contratiempos son una añadidura
natural a la vida, que nos empujan a crecer y madurar.

Recuerdame que el corazon muchas veces hace huelga contra la razon.
Enviame en el momento justo a alguien que tenga el valor de decirme la verdad con amor.

Tu sabes cuan necesitados estamos de la amistad. Concedeme el estar preparado a éste el mas hermoso, mas dificil, mas arriesgado y mas delicado regalo que nos ofrece la vida.

Provéeme de la fantasia necesaria para entregar en el momento preciso, en el lugar adecuado un paquetito de bondad, con o sin palabras.

Haz de mi un ser humano cual nave con el calado necesario para poder alcanzar tambien a los que estan abajo.

Preservame del temor del que podria perderme de vivir. No me des lo que yo pido, sino lo que necesito.

iEnseñame el arte de los pequeños pasos!

sábado, 21 de abril de 2012

Experiencias


Hoy en el seminario de catequesis, entre textos de Josué y Jueces, hablábamos de las imágenes de Dios. Algunas recién están empezando a abrir el Primer Testamento, tratando de conectarse con las experiencias del pueblo de Israel; y, tras entrar a la tierra prometida, lograr que caigan los muros de Jericó, una pregunta “¿No se supone que Dios es misericordioso, toda bondad? ”

¿Qué se puede decir de un Dios, cuya experiencia y concepto se desenvuelve en un movimiento revelador, que se va manifestando a lo largo y a través de la historia, y cuyo misterio se agranda en la medida en que nos adentramos en El?(*)

Pienso que, a veces, el hablar de “Sagradas Escrituras” nos hace olvidar que estamos frente a experiencias de Dios, que parece que así decidió revelarse, y que dichas experiencias son subjetivas. Si hay algo que siempre me maravilla es la heterogeneidad de testimonios de Dios, que aparecen en la Biblia. Desde las más amorosas hasta las que, ya por aquel entonces, servían un poquito, quizás, para justificar alguna macana del pueblo.

“Que bárbaro. Como trasmitieron las vivencias de su pueblo con Dios” decía otra de las chicas.

Hoy ¿nos animamos a contar nuestra experiencia de Dios? También nosotr@s somos testigos de ese Abbá que nos creo y nos sostiene… ¿Qué le dicen nuestras vidas, al mundo, sobre Dios?

Ahí nomás de Josué y jueces, de la conquista de la tierra, del Dios del anatema y de la infidelidad del pueblo, aparece Ana, la mamá de Samuel, l@s dejo con su experiencia…

1Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.
2No hay santo como el Señor,
no hay roca como nuestro Dios.

3No multipliquéis discursos altivos,
no echéis por la boca arrogancias,
porque el Señor es un Dios que sabe;
él es quien pesa las acciones.

4Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
5los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía.

6El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
7da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.

8Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria;
pues del Señor son los pilares de la tierra,
y sobre ellos afianzó el orbe.

9Él guarda los pasos de sus amigos,
mientras los malvados perecen en las tinieblas,
porque el hombre no triunfa por su fuerza.

10El Señor desbarata a sus contrarios,
el Altísimo truena desde el cielo,
el Señor juzga hasta el confín de la tierra.
Él da fuerza a su Rey,
exalta el poder de su Ungido.

(1sam 2, 1-10)

(*) Pregunta tomada de: ZAÑARTU, Sergio s.j.: "Dios en el Antiguo Testamento" sitio web: http://www.jesuitas.cl/files/documentos/szanartu/Apuntes/DiosATApuntes.pdf

viernes, 6 de abril de 2012

¿Y Dios?



"La cruz es un absurdo

y más absurdo es que Dios la haya asumido.

Dios asume la cruz en solidaridad

y amor con los crucificados” (L, Boff)

“El hombre no mueve a Dios, con este nuevo sacrificio, a cesar en su cólera; es Dios el que actúa para que el ser humano abandone su hostilidad hacia él y hacia el prójimo. No es Dios, sino el hombre, el que debe transformarse con este sacrificio; no es Dios, sino el hombre, el que debe superar la ira, los impulsos asociales y agresivos.

Este sacrificio no actúa mediante la muerte sino mediante la superación de la muerte… Dios entregó una vida para recrearla desde la muerte.[1]

El núcleo del mensaje cristiano es la pasión y muerte de Jesús, y sabemos por la fe que el Crucificado es Dios.

José Luis Caravías se pregunta: ¿de qué modo Dios está comprometido en la historia de la pasión de Cristo? ¿Cómo es posible que la fe cristiana considere la pasión de Cristo como revelación de Dios, si la divinidad no puede padecer? ¿Dios hace sufrir al hombre Jesús por nosotros o es que Dios mismo sufre en Cristo por nosotros?”[2]

Si Dios fuera incapaz de padecer, la pasión de Jesús sería meramente una tragedia humana.

En el Antiguo Testamento Dios movido por el amor, se comprometió en una Alianza, en la que el mismo se vuelve vulnerable: vive las experiencias de Israel, sus triunfos, sus pecados, sus sufrimientos.

Pero con Jesús Dios viene a nuestro encuentro en la debilidad de una criatura, que puede sufrir, que sabe lo que significa ser tentado, llorar la muerte de un amigo, ocuparse de los hombres insignificantes; que puede ser calumniado e insultado, condenado y ajusticiado.

En la concepción helenista era casi ridículo pensar en un dios que sufriera, toda divinidad era impasible. El Dios de Jesús, en cambio, sufre la muerte de su Hijo en el dolor de su amor. Por tanto, en Jesús Dios es también crucificado y muere. El Padre sufre la muerte del Hijo y asume en sí todo el dolor de la historia. Así, en esta íntima solidaridad con el hombre se revela como el Dios del amor, que desde lo más negativo de la historia abre un futuro y una esperanza.

“Este fue el escándalo del cristianismo entre judíos y griegos, y éste, que fue su escándalo, el escándalo de la cruz, sigue siéndolo aún entre cristianos: el de un Dios que se hace hombre para padecer y morir, y resucitar por haber padecido y muerto; el de un Dios que sufre y muere. Y esta verdad de que Dios padece, ante la que se sienten aterrados los hombres, es la revelación de las entrañas mismas de Dios”[3].


“El rostro del Dios cristiano no es ya el de un todopoderoso, sino el de un todo débil, porque su amor, la omnipotencia de su amor, lo ha introducido en la debilidad. El Dios de Jesús es un Dios débil. El amor, que supone dar y darse, debilita. De ahí que el símbolo del amor de Dios no sea el trono sino la cruz. Al Dios cristiano se le juzga, se le escupe a la cara y se le ejecuta como a un cualquiera. Y para convertirse a este Dios es necesario convertirse aquí y ahora a los crucificados de este mundo. Pues el Dios llamado desde siempre omnipotente se ha convertido en omnidébil. La omnipotencia de Dios consiste en poder superarlo todo, no en poder evitarlo todo.”[4]

La cruz no es respuesta, sino una nueva forma de preguntar, la invitación hacia una actitud radicalmente nueva hacia Dios, preguntarnos sobre el rostro del Dios en el que creemos.

Tratando de acercarme un poco más a la cruz, noto que me faltó hablar del Dios en el que creo, el Dios al que Jesús nos enseñó a llamar Abba, y no creo que haya sido para endulzarlo, sino, quizás, para mostrarnos que no estamos frente a un Dios impasible.

El Dios de Jesús[5] es el Dios de los que se juegan apasionadamente, de los que entregan su vida a una causa y, a veces, fracasan, el de los mártires, los asesinados, el de los violentados de mil formas diferentes; los que en la entrega total pueden dar un grito desesperado de esperanza.

Es muy difícil sostener el escándalo de la cruz pero resulta triste, por no decir vergonzoso, que hablemos más de la cruz que del crucificado, que no nos animemos a su historia, al por qué de su ejecución. Así se presume que la salvación consiste en el perdón de los pecados solamente dejando de lado la más amplia concepción bíblica de salvación como Reino de Dios.

La cruz de Jesús queda desvirtuada, sin valor alguno; le quitamos su fuerza, se convierte en un adorno. A veces parece que nos olvidamos de que el que está muriendo en la cruz es hijo de Dios, un Dios Padre que sufre la muerte de su hijo y que en esa cruz nos enseña que es el primero que se ve afectado por la libertad que el mismo nos dio[6]; pero también nos enseña que no se conforma, que asume ese dolor, y en su dolor todos los otros, y en la Resurrección abre el futuro y la esperanza para todos.

Moltmann nos invita a “pensar la historia en Dios”:

No hay sufrimiento que en esta historia no se hubiera convertido en sufrimiento de Dios, no hay muerte que no se hubiera convertido en muerte de Dios en la historia sobre el Gólgota. Por eso tampoco hay vida, ni felicidad, ni alegría que no se integren por su historia en la vida eterna, en la eterna alegría de Dios.[7]

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[1] THEISEN, GERD-MERZ ANNETTE:El Jesús Histórico.” Ediciones Sígueme, Salamanca, 1999.

[2] CARAVIAS JOSÉ LUIS: “El Dios de Jesús”. Tomado de página web: www.servicioskoinonia.org.

[3] CARAVIAS JOSÉ LUIS: Op. Cit.

[4] CARAVIAS JOSÉ LUIS: Op. Cit.

[5] Cuestión que quizás merecería un párrafo aparte.

[6] La libertad de Jesús de seguir su camino y asumir sus consecuencias; la libertad de sus opositores para matarlo.

[7] MOLTMANN JÜRGEN:”El dios crucificado”. Colección Verdad e Imagen, Editorial Sígueme, Salamanca, 1977, p.349.


viernes, 30 de marzo de 2012

La cruz en los Evangelios



“Padre, perdónalos,

porque no saben lo que hacen.” (Lc 23, 34)


En este trabajo se pretende tratar, brevemente, el proceso y ejecución de Cristo a la luz de la tradición que nos acercan los Evangelios, teniendo en cuenta los aportes de la historia del derecho.

Del análisis comparativo de los relatos de los distintos Evangelios se desprende, de alguna forma, su intencionalidad así como algunas pistas sobre la realidad de los auditorios a los que iban dirigidas.

Mc hace un relato kerigmático, en el que expone los hechos objetivamente, como un testigo; Mt, en cambio, ofrece un relato eclesial y doctrinal, el relato de una asamblea de creyentes. La narración de Lc es la del discípulo que revive la historia del maestro; y, para Jn, que nos acerca un Jesús glorioso, la resurrección ilumina, ya, la pasión.

En el cuadro que sigue se comparan los relatos de los distintos textos evangélicos.

Proceso de Jesús[1]

Mt.

Mc.

Lc.

Jn.

Prendimiento

26, 47-56

14, 43-52

22, 47-53

18, 1-11

Negación de Pedro

22, 54-62

18, 15-18

Jesús ante el Sanedrín

26, 57-68

14, 53-65

22, 66-71

18, 12-24

Negación de Pedro

26, 69-75

14, 66-72

18, 25-27

Entrega a Pilato

27, 1[2]

15, 1

23, 1

18, 28-32

Interrogatorio ante Pilato

27, 11-14

15, 2-5

23,2-7[3]

18, 33-38a

Amnistía de Pascua/Barrabás

27, 15-26

15, 6-15

23, 13-24

18, 38b-40

27, 19

19, 4-7

19, 8-12

Condena de Jesús

27, 24-25

15, 15

23, 24

A 19, 12-16

Mofa de Jesús

27, 27-31

15, 16-20

19, 1-3

Camino del Gólgota

27, 32-33

15, 21-22

23, 26-32

19, 17

Crucifixión

27, 34-38

15, 23-27

23, 33-34

19, 18--22

Escarnio al crucificado

27, 39-44

15, 29-32

23, 35-38

Los dos ladrones

27, 38.44

15, 27.32

23, 39-43

19, 18

Muerte de Jesús

27, 45-56

15, 33-39

23, 44-46

19, 28-30

Testigos bajo la cruz: capitán

27, 52 y ss.

15, 39-41

23, 47-49

19, 31-37

Sepelio de Jesús

27, 57-61

15, 42-47

23, 50-56

19, 38-42

27, 62-66

El arresto de Jesús[4]

Según los Evangelios la detención de Jesús se llevó a cabo en el monte de los olivos. Sería pertinente preguntarnos de quién salió la orden de detención. Si seguimos a Mc la orden partió del Sanedrín; Mt habla únicamente de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo; para Lc participan, en la detención, personalmente los principales sacerdotes, las autoridades del templo y los ancianos; y, para Jn se suman a la misma una cohorte y un jefe militar romanos. Tan improbable es que las autoridades judías hayan participado de la detención como que lo hayan hecho los romanos, que en caso de participar hubieran llevado a Jesús ante Pilato y no ante el sanedrín.

Seguramente la orden de detención dimanó del sumo sacerdote en funciones, que por ser el presidente del sanedrín estaba facultado para adoptar tales medidas. En ese entonces la autoridad romana dejaba entender a la autoridad judicial judía en determinadas partes de los procesos civiles y le otorgaba a la misma una labor de instrucción en cuestiones de delitos criminales.

Con respecto a los discípulos, si bien los Evangelios no son contestes, podemos sostener que escaparon y abandonaron a Jesús.

La participación de Judas Iscariote en el arresto de Jesús es el único apoyo histórico por el que los discípulos vieron claramente que este hacía causa común con los adversarios de Jesús.

Con respecto a la cuestión de que el prendimiento se haya producido por la noche, se sostiene que el sanedrín contaba con que Jesús tenía simpatizantes entre los peregrinos galileos presentes en Jerusalén por la fiesta de Pascua y que los mismos habrían podido impedir el arresto.

El Proceso propiamente dicho[5]

Theisen, siguiendo a Brown[6], se limita a detectar mediante la comparación de los Evangelios, los elementos que pertenecieron a la antigua tradición; pero, además, se sirve de los distintos enfoques que se obtienen con la reconstrucción de la historia de la época, la historia del derecho y la historia social, realizando un análisis diferenciado de cada una de las partes en conflicto (los romanos, la aristocracia local judía, la muchedumbre del pueblo, Jesús y sus discípulos), ya que las fuentes muestran distintas tendencias con respecto a las partes en los relatos de la pasión.

· Los romanos. La exculpación de este grupo es clara tendencia del material especial[7] de los Evangelios. En Mt Pilato y su esposa, se presentan como dos testigos que confirman la inocencia de Jesús (27, 19. 24 y ss.). Lc presenta a dos autoridades como testigos de la inocencia de Jesús, Pilato y Herodes Antipas (23, 6-12). Jn no le quita a Pilato su corresponsabilidad, pero destaca la responsabilidad de la instancia judía que lo entrega (19, 11).

· La aristocracia local judía. En Mc (14, 55-65) y Mt (26, 59-68) aparece la idea de un proceso en contra de Jesús; Lc y Jn hablan de un interrogatorio, ante el Sanedrín, en una sesión del mismo, para el primero (22, 66-71), ante el sumo sacerdote, en su casa, para el segundo (18, 19-24).

El proceso nocturno ante el sanedrín es fundado en dos puntos de acusación: el vaticinio sobre el Templo[8] y la mesianidad de Jesús. Este proceso concluye con la condena a muerte de Jesús y las burlas hacia él en su condición de profeta.

En Lc el interrogatorio se da por la mañana y gira en torno a la mesianidad de Jesús. Luego, las acusaciones ante las autoridades romanas serán por sedición política e incitación a no pagar los impuestos (23, 2).

En Jn Anás interroga a Jesús sobre su doctrina y lo envía a Caifás, que era el sumo sacerdote en ejercicio.

· El pueblo. Mt y Mc atribuyen el paso del pueblo desde la simpatía hacia Jesús a la demanda de su crucifixión a la influencia de la aristocracia local, sin embargo Mt, en 27, 25, acentúa la responsabilidad del pueblo en su auto condena.

Lc plantea la oposición entre el pueblo que exige la crucifixión (23, 13 y ss.) y el que lamenta la ejecución de Jesús (numerosas mujeres a las que el propio Jesús invita a lamentar su propio destino, 23, 27-31).

Jn no menciona al pueblo.

· Jesús. “Jesús aparece como el justo paciente que prevé su muerte y camina hacia ella con plena conciencia, como ejemplo para los cristianos que le siguen, y cuya inocencia destacan en distintos momentos.”[9]

ü La pasión de Jesús como el martirio de un justo se trasluce en el Evangelio de Mc cuando Jesús predice los acontecimientos decisivos (14, 9-41). En el de Mt la pasión de Jesús es la expresión de su voluntad soberana (26, 1-61). En Lc, en cambio, esta responde a una necesidad en la historia de la salvación; lo escrito tiene que cumplirse. En el Evangelio de Jn, Jesús tiene poder para entregar la vida y recuperarla. Este Evangelio interpreta la crucifixión, como una estación en el camino de retorno al Padre.

ü En cuanto a la pasión como ejemplo para los cristianos, en Mc 14, 61 y ss. Leemos como la confesión de Jesús sobre sí mismo se convierte en modelo para la confesión de los discípulos; Mt muestra la ejemplaridad de Jesús con rasgos típicos de la ética mateana (26, 42 Cf. 6, 10; 26, 52 cf. 5, 38 y ss.). En Lc nos encontramos con un modelo de mártir que piensa en la salvación de sus semejantes hasta en el momento de su muerte (23, 22.34.43.48). En Jn la muerte de Jesús es una expresión de amor que él practica ejemplarmente hasta el final.

ü Todos los Evangelios confirman la inocencia de Jesús. En Mc la ponen de manifiesto los prodigios que acontecen en la crucifixión. En Mt, en cambio, este testimonio se trasmite por vía humana y su destinatario es el entorno judío (27, 3 y ss.). En Lc, como ya se ha dicho, los testigos de la inocencia de Jesús son Herodes Antipas y Pilato; luego, el centurión y el pueblo confirman dicho testimonio (23, 6-12. 47). En Jn, además de la convicción sobre la inocencia de Jesús expresada por Pilato es de importancia la acusación de Jesús como “rey de los judíos”

· Los discípulos. Mc y Mt señalan el fracaso de los discípulos, hombres de poca apertura mental, que si bien, en el caso de Mt, habían confesado a Jesús como hijo de Dios, huyen. Lc recuerda que los discípulos habían perseverado junto a Jesús en sus luchas, y omite hablar de huída. En el Evangelio de Jn los discípulos no huyen, Jesús se ocupa de que puedan irse (18, 9).

En adelante repasaremos el papel de estos distintos sujetos en el proceso de Jesús a la luz de las posibilidades históricas en relación al derecho de la época.

§ Los Romanos. Judea era una provincia imperial, administrada por un gobernador (praefectus) del orden ecuestre; este era quién disponía en los asuntos judiciales de su provincia.

Existían, en el aquel entonces, algunos aspectos jurídicos en el imperio romano por el que este, o sus mandatarios, se ven como los principales responsables de la muerte de Jesús. A saber:

I. El ius gladii[10] estaba reservado a los romanos; estos no delegaban la jurisdicción de la pena capital. La colaboración de otras instancias no se excluía a priori; pero la última palabra la tenían los romanos.[11]

II. La crucifixión era una pena de muerte romana para esclavos y sediciosos. Tenía un carácter infamante y no podía imponerse a ciudadanos romanos. En este punto los autores coinciden, si una instancia judía hubiese condenado a muerte a Jesús, la pena sería a muerte por lapidación o por decapitación.

III. El proceso llevado a cabo ante Pilato puede valorarse jurídicamente como coercitio (potestad del gobernador romano de imponer medidas para el mantenimiento del orden público) o como cognitio (proceso formal conforme a reglas jurídicas). Haciendo ejercicio de la coercitio Pilato pudo haber ejecutado a Jesús sin más, sin embargo Jesús tuvo su proceso, cuyos rasgos principales se observan en los Evangelios. Los rasgos principales del cognitio del derecho romano son: (1) el juicio es público, en el proceso de Jesús se pone esta característica como oposición del proceso ante el sanedrín que se realizara a puertas cerradas. Se supone que el lugar público en el que se llevó a cabo el proceso fue la torre Antonia o el palacio de Herodes; (2) la acusación es privada, presentada en el caso que nos convoca por los principales sacerdotes o sus representantes; (3) hay derecho a defenderse; y (4)el veredicto se falla mediante consilium.

IV. El titulus crucis expresa el motivo de acusación y condena del reo. En el caso de Jesús, “Rey de los judíos”, constituiría una explicación muy temprana de por qué fue crucificado, que lo fue como alguien que pretendía alcanzar el poder político. Es dable aclarar al respecto que la historicidad del titulus crucis es discutida.

§ La aristocracia judía local. Según los Evangelios esta aristocracia participó en el proceso de Jesús como una primera instancia.

El sanedrín estaba integrado por setenta miembros, a los que se añadía el sumo sacerdote en funciones. No sabemos si en tiempos de Jesús estaba en vigencia la norma según la cual tenían que estar presentes veintitrés jueces para adoptar una decisión válida. El sanedrín estaba integrado por tres facciones: los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas. Si bien los primeros eran los más influyentes se veían obligados a tener en cuenta la opinión de los escribas, que eran fariseos, por su gran influencia sobre el pueblo.

El cuadro[12] que, a continuación, se trascribe pone de manifiesto las contradicciones existentes entre el proceso que detallan los Evangelios y el derecho procesal de la Misná.

EL DERECHO PROCESAL DE LA MISNÁ

(Sanedrín IV, 1 y passim)

EL PROCESO CONTRA JESÚS

Los procesos capitales sólo pueden tramitarse

de día.

El juicio contra Jesús se sustancia de

noche (excepción: Lc 22, 66ss).

Los juicios están prohibidos en sábado

o en días festivos o preparatorios.

El «proceso» de Jesús tiene lugar, según

los sinópticos, en la noche de pascua;

según Jn, en la noche de la víspera de

Pascua.

No se puede dictar pena de muerte el

día de la vista de la causa, sino sólo en

una nueva sesión del día siguiente.

Jesús es condenado el día en que trascurre

el juicio contra él (¿por eso sugiere

Mc 15, 1 una segunda sesión?).

La blasfemia (razón de la condena de

Jesús según Me 14, 64) consiste según

Sanh VII, 5 en pronunciar el nombre de

Yahvé.

Tanto el sumo sacerdote como Jesús utilizan

circunloquios para nombrar a Dios.

Jesús habla de «Poder», a cuya derecha

se sentará el Hijo del hombre (Mc 14,

62).

El lugar reglamentario de las sesiones

es el atrio interior del templo. Las puertas

del templo están cerradas de noche

La sesión del sanedrín trascurre en el

palacio del sumo sacerdote

A los fines de explicar estas contradicciones han surgido cuatro hipótesis:

a) La historicidad del proceso ante el sanedrín. Dos posibilidades: Jesús fue condenado por aplicación del derecho saduceo, más severo que el fariseo; o, que contra Jesús se haya seguido un procedimiento extraordinario de especial rigor.

b) La no historicidad del proceso ante el sanedrín. Esta hipótesis sugiera que la instancia fue inventada para exculpar a los romanos.

c) La reconversión secundaria de un interrogatorio ante el sanedrín en un proceso. Lo que en su momento fue un interrogatorio para preparar la acusación frente a Pilato fue transformado con posterioridad, en la época en que los judíos gozaban del ius gladii (41-44 d.c.) en un proceso.

d) Fusión de varios episodios en un mismo proceso.

Pero ¿Cuál fue la acusación objetiva, del sanedrín, contra Jesús?

1. El vaticinio de Jesús sobre el templo. Varios son los testimonios[13] que consideran la crítica al templo como un delito que merece la pena de muerte, sin embargo, dichos testimonios también indican que la mayor parte de los críticos del templo han sobrevivido. La critica de Jesús hacia el templo, critica que afectaba directamente los intereses del sanedrín, ya que del templo dependía la elevada posición social y una buena parte de los ingresos de la aristocracia local, pudo provocar hostilidad pero no la muerte.

2. Falsa profecía y seducción del pueblo (Dt 13 y 17). “El derecho de la Misná distingue aquí entre un mesith, que induce a idolatría a una persona privada, y un maddiaj, que seduce al pueblo entero (…) La idea de que Jesús fue acusado de mesith o maddiaj es atrayente porque, en tal caso, pueden quedar suspendidas las reglas procesales.[14]

3. La pretensión mesiánica de Jesús. Este sería el segundo punto de acusación que aparece en Mc (14, 61 y ss.). Sin embargo no se encuentra ninguna otra referencia a esta pretensión como algo penalizado en el derecho judío de la época. Si habría dado pie para acusarlo ante Pilato y de hecho provocar la condena.

4. La pretensión de Jesús a la dignidad divina. Según Mc 14, 63 Jesús es condenado por blasfemo. La mera pretensión mesiánica no era blasfemia, si lo era la pretensión de la dignidad divina. Jn 19, 7 reza “Los judíos le replicaron: Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios.” Al respecto se sostiene que “esta afirmación mayestática presupone la confesión pospascual de Jesús por parte de la comunidad.[15]

Entonces, las causas de la acusación de Jesús se encuentran o bien en el mensaje de Jesús (crítica a la Ley o del templo) y/o en razones político – pragmáticas que lo convertían en un factor de riesgo.

En concreto, la decisión del sanedrín consiste en entregar a Jesús al poder del gobernador.

§ El pueblo. Como ya se mencionó ut supra, hay como dos partes del pueblo que se posicionan, con respecto a Jesús, en lados opuestos. Por un lado, el pueblo que sigue a Jesús, que lo escucha, que es el que en el fondo mueve a las autoridades a deshacerse de Jesús antes de pascua; se trataría del pueblo no residente en Jerusalén. Por otro, el pueblo residente en Jerusalén, bajo el dominio de los sumos sacerdotes, el que da el paso determinante para la condena de Jesús solicitando la libertad de Barrabás[16].

Concluyendo, “La muerte de Jesús es la consecuencia de ciertas tensiones entre un carismático de origen rural y una elite urbana, entre un movimiento judío de renovación y el dominio romano, entre el heraldo de un cambio cósmico, que transformaría también el templo, y los representantes del status quo.”[17] Las razones de índole religiosa y las de índole política no se pueden aducir aisladamente.

Mc 14, 65 nos cuenta que, ante el sanedrín, Jesús fue victima de escarnio como profeta; y, Mc 15, 16-18, que ante los romanos fue victima de burlas como rey. Ambos colectivos querían evitar el desorden, por eso actuaron de forma conjunta en el proceso de Jesús. Sin embargo, no está bien hablar de culpas, mejor resulta hablar de responsabilidades frente a tal condena. Esa responsabilidad, sin duda, recae sobre los romanos que actuaron a instancias de la aristocracia local judía, hostil hacia Jesús por su actitud frente a la Torá, su critica al templo y su predicación del Reinado de Dios.

La cruz no es respuesta, sino una nueva forma de preguntar, la invitación hacia una actitud radicalmente nueva hacia Dios, preguntarnos sobre el rostro del Dios en el que creemos.

Es muy difícil sostener el escándalo de la cruz pero resulta triste, por no decir vergonzoso, que hablemos más de la cruz que del crucificado, que no nos animemos a su historia, al por qué de su ejecución. Así la cruz de Jesús queda desvirtuada, sin valor alguno; le quitamos su fuerza, se convierte en un adorno. A veces parece que nos olvidamos de que el que está muriendo en la cruz es hijo de Dios.


[1] Cuadro confeccionado en base a la “tarea” propuesta en la obra de THEISEN, GERD-MERZ ANNETTE: “El Jesús Histórico.” Ediciones Sígueme, Salamanca, 1999. (p. 489).

[2] Mt tras la mención de la entrega de Jesús a Pilato hace alusión al pago y la muerte de Judas.

[3] Lc hace, en los versículos 7-12 del capitulo 23, referencia de una remisión de Jesús a Herodes, que no aparece e los otros Evangelios.

[4] Cf. GNILKA JOACHIM: “Jesús de Nazaret. Mensaje e Historia.” Editorial Herder, Barcelona, 1993.

[5] Cf. THEISEN, GERD-MERZ ANNETTE: “El Jesús Histórico.” Ediciones Sígueme, Salamanca, 1999.

[6] El autor sigue las consideraciones de BROWN, R. E.: “The Death of the Messiah.”

[7] Entendiendo como material especial el que diferencia un relato del de los paralelos de los otros Evangelios.

[8] En Mc este punto se deja a un lado por contradicciones entre los dichos de los testigos.

[9] THEISEN, GERD-MERZ ANNETTE: Ibidem, p. 499.

[10] Literalmente “derecho de la espada”, se trata de la facultad de imponer una pena de muerte.

[11] Jn 18, 31 se ajusta a la situación histórica.

[12] Tomado de THEISEN, GERD-MERZ ANNETTE: Ibidem, p. 508.

[13] Se puede citar desde Jer 26, 1-19 hasta el “maestro de justicia” pasando por Jesús, hijo de Ananías.

[14] THEISEN, GERD-MERZ ANNETTE: Ibidem, p. 510.

[15] THEISEN, GERD-MERZ ANNETTE: Ibidem, p. 511.

[16] Es valido aclarar en esta instancia que la costumbre de soltar a un preso en la fiesta de pascua no se ha podido constatar documentalmente.

[17] THEISEN, GERD-MERZ ANNETTE: Ibidem, p. 514