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domingo, 30 de diciembre de 2018

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La vida es como es  y nosotres a veces parecemos títeres del destino.
Cansada, asumiendo que perdí, tratando de entender que en este juego nunca tuve la posibilidad de otro resultado.
Ojalá la tristeza pudiera ser enojo, de ese fuerte, contundente; ojalá no hubiera soñado tanto. Quizás la clave sea no soñar, entender que nada va a ser distinto, que soy como voy siendo, que tengo berrinches pero no me enojo, que cuando duele me pongo triste y vivir con eso.
Llueve
Me encanta la lluvia, porque me encanta el agua, y a veces, cuando hay tormenta, pienso en la justicia, la de poder enojarse
la de salir del rol de sostén de vida, compañera apacible, saciadora de sed, la siempre generosa.
Una vez cada tanto ser la que arrasa, la que brama poderosa, la que desborda, quizás de llanto, quizás por venganza, o buscando el equilibrio
Llueve y me alegra porque me sofoco
La lluvia cae sobre mi y, sin embargo, no me penetra
Es raro, soy agua
Y hoy simplemente resbala sobre mi piel y sigue
Me gusta el agua
Aprendo de ella
Y yo también sigo

martes, 25 de diciembre de 2018

¿Se podrá?

¿Se puede volcar el adiós en palabras?
No
Al menos no de manera acabada
Al menos no de manera consciente
¿Hasta qué punto entendemos el adiós?
¿Hasta qué punto abarcamos lo definitivo?
El adiós siempre lo es
Aunque nos reencontremos a la vuelta de la esquina, podremos estar intactes pero no seremos les mismes
Las partidas nos modifican tantos como los encuentros
¿Cómo me despido sí vos no lo hiciste?
Y si no te despido ¿Cómo salgo de ésta parálisis?
Qué dilema
Ni el psicoanálisis, ni la biodecodificación, ni les amigues, ni la danza lograron resolverle
Pense que las palabras... Pero no

sábado, 22 de diciembre de 2018

Esto de sentir

Sentir que las barreras se cayeron.
No entenderlo, o sí, pero de una manera distinta.
Aceptar la desnudez cotidiana en la que vivimos, dejarme escandalizar por la claridad de una piel que trasluce mi intemperie y deja en evidencia que todes somos iguales, que tenemos miedo, que alguna vez en la vida la soledad nos hizo trizas, la muerte nos paralizó, un beso nos sacó de vértice, el mundo se nos vino encima, respirar fue demasiado.
Desaprender la perfección como camino o meta, reencontrarme con mi propio ser, pegotearme con otre por un rato, sentir que forma parte de mi y ver como se va aunque me arranque un pedazo. Llorar, darme cuenta de que estoy intacta y aprehender que nadie me puede romper salvo yo misma, porque quien soy no se rompe y le demás es cotillón reciclable.
Yo soy y nada más, soy...
Subirme a mis pies, encontrarme con mis propios pasos, con mis palabras con mi propia mirada; abrazarme, colmarme de mi, res pon za bi li zar me, saber que las circunstancias no nos tienen que definir, no dejemos que nos de finan, eso es injusticia porque si te define te limita... Ser, animarse a ser. A eso vinimos

(Gracias Gime, quierote)

martes, 18 de diciembre de 2018

Esto de gestar

Gestar la vida, el propio espacio, el propio amor, la forma de amar
Sentir, conectar, no definir, no encasillar, por una vez animarme a los puntos suspensivos o a las incógnitas sin resolver, no definir, no encasillar, sentir
Jugar, todo el tiempo, o no
Pelear con la heteronorma que nos castra, siempre, y sí, salir
Probar un mundo que es tan inmenso como diverso, gestarlo, cada día, hasta que podamos parirlo nuevo

domingo, 16 de diciembre de 2018

Dolor

El dolor abre espacios, ayuda a sanar, nos muestra la herida, nos recuerda que existe. En el momento menos esperado, y de diversas formas, de repente duele como diciendo yo sigo acá.
El dolor exige. Exige movernos, hacer algo, dar respuesta, asumirlo, reconocer que no podemos, pedir ayuda.
El dolor nos convoca a hacerle lugar, acariciarlo, sanarlo, volverlo fecundo.
A veces no podemos hacer que deje de doler, pero podemos trabajar para que esa misma herida no se la infrinjan a nadie más y, entonces, ese dolor puede ser semilla.
No creo en el sacrificio, no hablo de eso; creo en el compromiso entre iguales, ese compromiso que me hizo reconocerme víctima inocente entre otras víctimas, empezar a sentir que ya no tengo miedo si no palabras guardadas en un cuerpo que, roto y doliente, exige rebelión viva, cierta y sorora por las que son, las que vienen y las que no vuelven más, las que son acalladas, las que ya no tienen voz.

Miedo

Todes tenemos miedo a algo. Quizás la cuestión sea convivir con ese miedo, que no se va ni se muere. Lo mejor que podemos hacer es incorporarlo, cuando se siente parte ya no molesta

lunes, 10 de diciembre de 2018

O no

¿Por qué no puedo dejar de sentipensarte?
  ¿En quién pensás?
    ¿Pensará en vos?
      Desperdicio total de pensamientos
      O no
     Quizás ella no te piense
   Y vos no pienses en nadie
Y la única que piensa/siente soy yo
      O no

lunes, 3 de diciembre de 2018

Esto de pensar

Pensaba en la vida, la identidad, la trama. Quien soy o voy siendo, descubriendo.
Pensaba en el sostén vital de cada día. El que tejo ¿o me teje? Elijo ¿o me define? ¿Me nombra?
Me nombra y me espeja; me abraza y me interpela.
Pensaba en el cada día, o mi cada día. Mi correr y mi parar. En les que comparten mi trabajo, mi danza, mi lucha, mi palabras. El mate, la birrita, el vinito del stop.
Soy mi mochila y también mi gente. Mi sangre y mis ojos de siempre y la historia que construyo todos los días.
El deseo que empuja cada paso y mi gente que da certeza a la vida