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viernes, 26 de octubre de 2018

miércoles, 24 de octubre de 2018

Porque estoy viva

Nunca me gustó que me vieran, hoy me piden que no me exponga. Necesito hacerlo, no hacerlo significaría conceder poder a quienes infringen nuestras heridas más profundas, asumir la responsabilidad de lo que nunca tendríamos que sufrir. Me expongo y visibilizo, porque nos lastiman, nos violan, nos matan, lo hago no para que me vean, sino para que vean a las que se llevaron y no vuelven. Esas que no se perdieron, que nunca tuvieron opción, que fueron arrebatadas de sus cotidianos para ser prostituidas, empaladas, matadas, desechadas como basura, esas que nunca más van a ser dueñas de sí mismas y lo hago porque estaré rota pero estoy viva; herida pero dueña de mi. Hoy escuchaba a una actriz reconociendo que hoy para nosotras estar vivas es un privilegio, y elijo seguir exponiéndome, no quiero que mis sobrinas crezcan con los mismos condicionamientos y miedos que yo. Lo hago a conciencia, porque quiero y por que puedo, porque me reconozco sujeta política y con mucho que decir y elijo decirlo con el cuerpo porque es mio y porque puedo, porque estoy y porque soy, por las que luchan conmigo, las que vienen y por las que no vuelven más. Lo hago porque nuestra vida vale y porque con trata, con femicidios, con violencia, no hay nunca más.


(En las fotos, con mis compas de la colectiva Mujeres del Folklore)

sábado, 20 de octubre de 2018

Hoy te releí en muchas de mis palabras, fue muy loco, porque si bien estabas, me encontré más a mi que a vos. ¿Será porque en el fondo lo que queda es lo real? El humo puede cegar pero siempre se disipa

Palabras del viento

Recién leía:
"Recuperar las frases de nuestros paréntesis. No olvidar los detalles."*
y pensé que, así como siempre me gustaron las comas aunque ahora intente cambiarlas por puntos, odio a los paréntesis, y me entristecen las personas que abusan de ellos
*Curinao, Jorge: Blog "La Chispa adecuada" www.jorgecurinao.blogspot.com

Coincidir


"...Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir..."

Ayer una imágen me acomodó otro pato y hoy me desperté, hace un ratito nomas, movilizada y reflexiva.
Éste año fue muy duro para mi, requirió mucha energía, incluso la que por ahí no tenía. No hablo sólo por lo de mi papá, que quizá fue un poco lo que me dejó a la intemperie, que me costó mucho al principio y ahora me doy cuenta que es mi espacio y mi forma, donde decido quedarme. Me cuidaron mucho, me abrazaron mucho, me mimaron mucho, incluso personas que no conocía; bailamos, mateamos, me cagaron a pedos en sendas oportunidades, me llevaban, me traían. Eso también es la intemperie, es un lugar de gente empática y comprometida con le otre, con su alegría o su dolor. En lo chiquito y en lo grande, poniendo el cuerpo y el abrazo. En la enfermedad de un papá, contra el patriarcado, la trata de personas o por el reconocimiento y justicia que merecen les puebles originaries.
Ayer por un minuto pensé que me gustaría volver un año atrás para hacer distinto, y no. Al revés, hoy confío en que la vida, o di*s, o le que haya, sabe. La intemperie te hace adicta a la confianza. Confío en que aprendo, me duelo, me deconstruyo, todos los días. Elijo confiar, elijo esperar, elijo asombrarme, elijo el apego y el cariño, elijo la palabra, la poesía y la sinceridad. Y elijo, por sobretodas las cosas, a las personas que elijen a la intemperie y a les otres, que le ponen el cuerpo a esas banderas, que dicen lo que les pasa, que se exponen, seres responsables de sus vidas y sus carencias. Celebro la intemperie, la exposición y el coincidir
(Escrito del 13 de octubre, trás participar del contrafestejo)

miércoles, 3 de octubre de 2018

Hoy, mirando el fuego, pensaba en mi vida, en los encuentros, en las búsquedas. Los recovecos de la memoria que, más por protección que por capricho, decide qué recordamos y cuándo al sólo efecto de que podamos seguir adelante.
Pensaba en lo simple, en lo importante, inserto en una cultura que nos enseña a relacionar lo feliz, el goce, con la planificación constante, el tiempo, la ansiedad, el miedo, lo frustrante.
Pensaba en las barreras para defenderme siendo que cuando las cosas van a pasar, pasan.
Pensaba en mis posibilidades, la de vivir, transitar, seguir buscando, honrar mi simpleza en cada acto, reconocerme en ella, bajar la guardia para siempre, dejarme acompañar, disfrutar de lo bueno y lo malo que cada día presenta y seguir manteniendo esa capacidad de asombro que me caracteriza y que, a mis 40 años, deja escapar cada tanto a la niña curiosa y soñadora que todavía me habita y me abraza